EVOLUCIÓN DE LA COFRADÍA



   
 
Primer paso de Ntra. Sra. de los Dolores (tras fundación 1940)
 

Hasta el año 1951, la Virgen desfiló sin palio. En ese año Doña Rafaela Roldán adquirió un hermoso palio de seis varales de metal niquelado con bambalinas de tul con motivos florales en hojilla de oro, instalándose en él un sistema de alumbrado fluorescente, siendo el resto del trono de madera. En 1970 se adquirieron dos candelabros de hierro labrado y seis bellos jarrones de plata, además de otras andas con las que desfiló hasta el año 1988.

   
 
Paso de la Virgen, con las bambalinas de tul
 

En ese año, Doña Josefa Campos adquirió un nuevo trono de ocho varales, (los seis antiguos más dos de nueva fabricación, adosándoles unas piezas embellecedoras), con estructura metálica y laterales y frontales en alpaca plateada con relieves y adornos en círculos dorados con escenas marianas también en alpaca plateada, llevando en los paneles frontal y trasero los emblemas de la Cofradía (Corazón traspasado por siete puñales y Anagrama de María). Este trono es obra del prestigioso taller lucentino de Angulo. Al adquirirse el nuevo palio y dado el deterioro y las escasas dimensiones de las bellas bambalinas de tul, se optó por sustituir éstas y el techo por un tejido de brocado.

   
 
Paso adquirido en 1988, con el palio de tejido de brocado
 

El año 1966 fue el último de D. Francisco Campos Roldán como Hermano Mayor, siendo sustituido por el párroco D. Anastasio Andrada Mansilla, que por entonces intentaba que esta Cofradía y la de Jesús Nazareno, que eran las más ancladas en el pasado por cuanto no existían órganos de gobierno y eran controladas por las familias que siempre habían sido sus patronos, tuvieran una vida propia y unos órganos de gobierno elegidos por todos sus miembros, procurando de esta forma salvarlas de la profunda crisis que afectaba a la Semana Santa menciana. Así pues, Doña Josefa Campos entregó la Cofradía a la Parroquia, aunque continuó muy ligada a la misma hasta el momento de su muerte, acaecida en 1994, desempeñando el cargo de Camarera Mayor y corriendo de su cargo la práctica totalidad de los gastos que llevaba consigo el sacar una procesión a la calle. Otra de la camareras de la Virgen era Doña Beatriz Sánchez Fernández, quien durante muchos años se encargó de la difícil tarea de vestir a la Virgen para cada uno de los desfiles procesionales en los que hacía estación de penitencia, labor que hoy día continua realizando su hija Doña Irene Polo Sánchez.

Con la entrega de la Cofradía a la Parroquia cesó como Hermano Mayor D. Francisco Campos Roldan, que había ocupado ese puesto desde los inicios de la Cofradía; en 1966 le sucedió el entonces Cura-Párroco de Doña Mencía Don Anastasio Andrada Mansilla. En 1967 desempeñó el cargo de forma accidental D. Juan Torres Aceituno, a quién sucedió en 1968 D. Juan Polo Ortega. A partir de 1969 pasó a ser Hermano Mayor D. José Urbano Guisado, quien ejerció su cargo desde ese año hasta 1982, en el que fue designado como Hermano Mayor D. Luis Poyato Morales, hasta 1987, año en el que retomó el puesto D. José Urbano Guisado, continuando en el mismo hasta el año 2001. Sin duda alguna D. José Urbano ha sido una de las personas emblemáticas para la Cofradía, a la que desde siempre se ha entregado en cuerpo y alma, afrontando en algunos momentos situaciones muy complicadas.

Con posterioridad a su mandato como Hermano Mayor, D. Juan Polo fue nombrado Hermano Mayor Honorario de la Cofradía, dada su dedicación y entrega a la misma, en cuyo desfile procesional participó hasta que, sobrepasados ya los ochenta años, su salud no se lo permitió.


   
 
  Don Juan Polo Ortega, Hermano Mayor Honorario de la Cofradía
 

En 1975, D. Francisco Campos Roldán, quien había sido durante muchos años Hermano Mayor de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores, costeó para su Imagen Titular una saya y un manto, en terciopelo granate, cuyos bordados en oro fino fueron pasados a las nuevas piezas procedentes de una saya y manto de color negro que databan del siglo XIX, siendo llevada a cabo esta delicada y exquisita labor por las religiosas Esclavas del Santísimo Sacramento de Córdoba. Tras la realización de la primera fase del bordado del manto, en la que, dadas las mayores dimensiones del nuevo, además de pasar los bordados del decimonónico se le añadieron otros nuevos siguiendo el mismo diseño, tristemente falleció D. Francisco Campos, siendo su hija, Dª Rafaela Campos Vargas quien corrió con los gastos de la última fase de bordado de la pieza, a la que se añadieron unas bellas flores para complementar la ornamentación del mencionado manto.

En 1992, en un intento de dar un mayor impulso a la Cofradía, se crea la primera Junta de Gobierno, elegida en la Asamblea General, estando constituida, además de por el mencionado Hermano Mayor, por D. Juan Córdoba Campos, como Tesorero, D. Alfonso Tudela Lorca, como Secretario y como Vocales D. Antonio Urbano Campos, D. Manuel Barba Moreno, D. Francisco Priego Caballero, D. Francisco Priego Priego, D. José María Poyato Arévalo y D. Vicente Córdoba Jiménez. Este mismo año se planteó la elaboración de unos Estatutos y Reglamento de Régimen Interno, que por diversos motivos no se llegaron a realizar.

A partir de estos años noventa, se incorpora a la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores un cortejo de mujeres ataviadas con la clásica mantilla española que acompaña el paso de la Virgen en el desfile procesional del Jueves Santo. Hoy en día constituye un nutrido grupo, siendo, de hecho, en el año 2003, el cortejo de mantillas más numeroso de cuantos participaron en las procesiones de las distintas Cofradías de Doña Mencía.


 
 
 
Imagen del cortejo de mantillas que precede al paso de la Virgen
 

Una de esas situaciones difíciles a la que antes hemos aludido tuvo lugar en el año 1994. En dicho año, tras el fallecimiento de la que hasta entonces había sido la principal benefactora y responsable del cuidado de la Virgen, la Cofradía se vio sometida a su primera prueba de madurez, puesto que, además de afrontar de una forma directa la dirección de la misma se hacía necesario encontrar los medios económicos suficientes para sufragar todos los gastos del desfile procesional. Gracias al esfuerzo de la Junta de Gobierno de aquella época y al inestimable apoyo de D. Francisco Romero Campos, que desde hace muchos años ejerce el cargo de capataz del paso, la Cofradía continuó su marcha desfilando en aquel año y en los sucesivos con el mismo esplendor de siempre.

   
 
Don Francisco Romero Campos, Capataz del paso
 

En el año 1995 y tras algunos intentos infructuosos vieron la luz nuestros estatutos, produciéndose la subsiguiente erección canónica y legalización a todos los efectos de nuestra cofradía, mediante el Decreto emitido por el entonces obispo de la diócesis D. José Antonio Infantes Florido, el día 28 de noviembre del indicado año y posterior registro en el Gabinete de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia en Interior con el número 3880-SE/C con fecha de 4 de marzo de 1996.

En la Asamblea General en la que resultaron refrendados los estatutos, se decidió por unanimidad que continuara ejerciendo sus funciones la Junta de Gobierno elegida en 1992, ampliándose la misma con la incorporación del Capataz del paso, D. Francisco Romero y la Camarera de la Virgen, Doña Irene Polo. También desde esa fecha es nombrado oficialmente Consiliario de la Cofradía el Párroco de Doña Mencía D. Joaquín Higueras Granados.

En el año 2001 se produce otra prueba de fuego para la Cofradía. En el indicado año el hasta entonces Hermano Mayor D. José Urbano Guisado, que había ocupado este cargo de manera consecutiva desde 1987, siendo el único candidato que concurría a los anteriores procesos electorales, presenta su dimisión, convocándose en consecuencia elecciones para la proclamación de un nuevo Hermano Mayor. D. José Urbano decidió no presentar su candidatura al cargo que durante tantos años ocupó y al que tanto hizo honor, siendo un ejemplo de dedicación, esfuerzo, entrega y devoción a su Virgen y a su Cofradía, para así dar paso a otras personas de las Cofradía más jóvenes y con nuevas ideas, que puedan revitalizar la misma en los albores del nuevo siglo.


   
 
Imagen de la Virgen de los Dolores en procesión (Semana Santa 2001)
 

A dichas elecciones, se presentaron dos candidaturas, una encabezada por D. Angel Francisco Urbano Rosa y la otra por D. Manuel Barba Moreno, concurriendo finalmente a las elecciones celebradas el día 17 de julio de 2001 fusionadas en una sola que fue respaldada por la totalidad de votos emitidos. A partir de esa fecha pasaron a ejercer el cargo de Hermano Mayor, a efectos prácticos y de organización interna, D. Ángel Francisco Urbano Rosa y D. Manuel Barba Moreno, quienes en la misma Asamblea General de elecciones anunciaron a los presentes quiénes iban a integrar la nueva Junta de Gobierno; Doña Pilar Córdoba Campos, en calidad de Tesorera, Doña Mercedes Berengueras Fernández, como Vicetesorera y D. Jacinto Poyato Arévalo, D. Jacinto Gómez Jiménez, D. Juan Córdoba Campos, D. Francisco Urbano Contreras, D. Antonio Torralbo Priego, Doña Elena María Luna Urbano y Doña Isabel María Priego Rodríguez, en calidad, todos ellos, de Vocales. Además, como miembros natos, también forman parte de esta Junta de Gobierno el Capataz del paso D. Francisco Romero Campos y la Camarera de la Virgen, Doña Irene Polo Sánchez.

   
 
Doña Irene Polo Sánchez, Camarera Mayor de la Virgen
 

En la feria de septiembre de 2001 y con el objeto de recaudar fondos, la Cofradía celebra su primer “chiringuito”, nombre con el que en Doña Mencía se suele llamar a las casetas de feria. Con los beneficios obtenidos en el mismo la Cofradía, con el deseo de aumentar el número de hermanos de filas y sustituir algunas de las ropas que databan de los años 50, adquirió 40 nuevos equipos de cofrade. También en esta época la Junta de Gobierno comienza a plantearse la necesidad de renovar diversos enseres de la Cofradía, con especial mención a la reforma, que se iba haciendo cada vez más necesaria, del trono y palio de Ntra. Sra. de los Dolores.

En el año 2002 y tras una serie de desavenencias con la Cofradía del Santísimo Cristo de la Columna, al que siempre habían acompañado, la Hermandad de los Apóstoles solicitó hacer estación de penitencia dentro de las filas de nuestra Cofradía, solicitud que fue atendida por nuestra Junta de Gobierno en aras de enriquecer nuestro desfile procesional y de preservar una antigua tradición menciana, como es la participación de la citada Hermandad en la procesión del Jueves Santo de nuestra localidad. Esta vinculación entre las dos Cofradías quedó refrendada mediante la firma de un documento por parte de los Hermanos Mayores de ambas, el día 5 de abril de 2003, en el que se establece que en lo sucesivo la Hermandad de los Apóstoles hará su estación de penitencia dentro del tramo procesional de nuestra Cofradía, estableciéndose así mismo una serie de reglas básicas que rigen la indicada relación.


   
 
Hermandad de los Apóstoles desfilando ante el paso de la Virgen de los Dolores
 

Concluida la Semana Santa de 2002, dimite el hasta entonces Co- Hermano Mayor de la Cofradía D. Manuel Barba Moreno, por lo que en adelante ocupa el cargo de Hermano Mayor, en solitario, D. Ángel F. Urbano Rosa.

También por esa fecha presentan su dimisión los Vocales D. Juan Córdoba Campos y Doña Elena Mª Luna Urbano y se incorpora como nuevo miembro D. Alfonso Tudela Polo, en calidad de secretario, cargo que hasta entonces desempeñaba de forma accidental D. Ángel F. Urbano. Ya en Octubre de 2003, el Hermano Mayor decide modificar la Junta de Gobierno para tratar de dinamizar más la Cofradía. Como resultado de ello, entran a formar parte de dicha Junta de Gobierno Dª Juana Navas Galisteo, Dª Celia Camacho Cubero y D. José Tomás Urbano Pérez, en calidad de Vocales; además, Dª Mercedes Berengueras Fernández, que ocupaba el cargo de Vicetesorera, es nombrada Tesorera de la Cofradía, ante la dimisión presentada por la persona que antes ocupaba dicho cargo, Dª Pilar Córdoba Campos.
Con posterioridad, Dª Pilar Córdoba manifiesta su decisión de desligarse totalmente de la Junta de Gobierno, siendo nombrado D. Juan Jiménez Barba como miembro de la referida Junta, en calidad de Vocal de la misma.